No puedo dormir
No puedo dormir
Será que la madrugada alerta mis
tristezas
las del día, las que arrastro
tristezas que se queman
y se expanden por el aire
las tengo en los muros de mi casa
en las paredes de la habitación que me
cobija
en mi cama como pinchos que se ceban
en la comida que no se si me alimenta
y en el agua que bebo y no calma mi sed
Están en mi mesa y en el lápiz
que me lleva a las palabras
Están en mi vientre, en mi pelo
y en mis sentidos
¡malditas tristezas que también están en
mi corazón!
pareciendo que en cada latido me susurren
sin alcanzar a escuchar ni sus silencios
En las piedras del camino que mañana
pisaré
caminando hacia ningún lado
A ellas se aferran mis deseos como si
dependieran
y es ahí donde los disuelve como
margaritas deshojadas
-los deseos, mis deseos-
que quedan en el suelo
postradas
sin amo ni dueño
ni nadie que las acoja y las salve de pudrirse
Y si bien al final duermo
y a veces despierto
al letargo de la rutina
al cansancio de esos ahogos
y de pronto siento las ganas de vivir
de sentir y de continuar aprendiendo
de un empezar de nuevo que nunca es nuevo
Y si al final al fin duermo, despierto
hasta que llegue la nueva noche de la
absurdez
©Ana López
Septiembre 2013
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