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domingo, 4 de noviembre de 2012

EL RINCÓN DEL ALMA







Asomaba tímido el otoño
por un pequeño rincón de arena,
se imaginaba el día velado por la niebla,
y el mar vestía colores hambrientos.

Un viejo árbol muerto
descansaba a los pies de la ladera.
Un tronco sin vida en el que reposé
mis sueños y deseos de tenerte,
llenando de luz el horizonte.

Sujetando mi vientre te acuné,
nos cantó el mar con sus aguas preñadas,
girando las olas sus entrañas de plata,
daban a luz perlas sobre las rocas.

Y lloró el mar pero no lo escuché
y desgarró su seno pero no lo supe ver,
y anunció tu partida pero yo, yo no  quise saber.

Déjame que te cuente
que ya no estoy triste.
Que te entrego mi adiós
con el amor que en mí nació.

Déjame que te diga
que aquel rincón es tuyo,
que lleva tu nombre mudo,
que la luz que me diste un día
ya no se puede apagar,
porque la huella de mi renacer
ha de alumbrar.
Y se encargará tu mar
de mecerte, de enseñarte
lo que yo ya no te puedo dar.

Y lloró el mar pero no lo escuché
y desgarró su seno pero no lo supe ver,
y anunció tu partida pero yo,
 yo no  quise saber.


3 de Noviembre del 2005.                            Ana López

Del libro: "Rincones de Mujer"

2 comentarios:

  1. Muy hermosas tus palabras,siempre.Enhorabuena por tu blog y tu libro,soy Ana(o Xana si prefieres)
    Un abrazo de letras del alma...:)

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    Respuestas
    1. Xana ¡amiga mía! es un auténtico placer tenerte por mi rinconcito ¡me alegra muchísimo!
      Y me alegro que te gusten mis palabras
      Un abrazo sincero
      ana

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