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miércoles, 8 de mayo de 2013

CUANDO EN OTOÑO CAEN HOJAS NEGRAS







Se coronaban las olas añejas
de flores blancas,
trenzando su baile delirante.
Trataba el viento de arrancar
las entrañas del mar,
y rugiendo de ira enmudecían los ecos
con gritos, encorvaban sus senos
al estallar contra los muros.
¿Y qué te queda?

Mirando las manos: ¿qué te queda?
Porque mi presente se tamiza entre filtros;
y me digo: “ ya el mañana crece
lo que en él ahora permanece”
Pero en mi mente el tiempo pasa lento,
encajándose en mis sueños,
volviéndolos  desazones.

¡Química envuelta en mentira!
que tomo cada día,
y me encarcela por dentro…
¿no ves que tengo miedo?

El futuro mira de muy lejos
paseando por una nueva alfombra,
aquella que pisan los viejos;
no tiene sentido ver su sombra.

Y me miro las manos del ayer,
y entre los dedos se cuelan los gritos,
aceptar por fin que soy una mujer,
y dejar ir los infinitos.

Pero cuánto miedo a las tinieblas,
cuánto a ese viento
que me hace perder el sentido.
Cuánto pánico a la vida
padeciendo cada latido,
que cuando el otoño abre puertas
también caen hojas negras…


© Ana López
Del libro "A Solas"
Octubre 2010



1 comentario:

  1. Bello y doloroso. Te ha faltado incluir la belleza de los rayos del sol entre las hojas del otoño. Un beso.

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