Camino desesperada
por saber la respuesta.
Será esa de la que
quizá hasta me de miedo
-no se sabe-
Pero si te tiento me
respondes
y provocándote me
cuentas
que estoy sola
que me ahogo en el
mar de urbe
que los oleajes de
cemento me arrastran
que me hunden
que siento el
abandono
allá en el fondo
de ese, mi corazón
Así mejor no decirle
nada,
preferible no
apremiar respuesta
porque luego caen lágrimas
oscuras
-como esta mañana-
y luego ya no vuelvo
a ser la misma
-como esta mañana-
quedo abatida
…
Que ya lo dijo el
poeta:
los desesperados
sufren lloran
se engañan se
estremecen…
© Ana lópez
Agosto 2012
Agosto 2012
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