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domingo, 2 de diciembre de 2012

NECESITO







Tu amanecer
para olvidar el ayer
que nazca un nuevo día
en mi vida, que va tardía.

Necesito tenerte
amarte y retenerte
a mi lado/
y no volver
de nuevo a perderte


Necesito tu aroma
bañarme en tu idioma
de besos y caricias
palpitar/
que en mi inicias

¡Ay! Necesito tu boca
llamándome loca
mientras nos amamos
y la pasión inventamos

Necesito tu agua
para beberla sin tregua
en este convertido desierto
en el que me siento

  

¡Ay! Necesito tus cabellos
para sujetarlos/
tan bellos
entre mis dedos no dejarlos
escapar/
mis labios besarlos


Necesito que te quedes
siempre a mi lado
Y sobre todo si puedes
extraer lo obsesionado
que tienes/
y vivir el momento
sin ser tormento

¡Ay! Necesito, te necesito
sabes que el único requisito
es que me ames con locura
Amor ¡quítate la armadura!
y desnudo/
silencia los temores
de los errores.

Necesito, necesito tu vuelo,
necesito tu aliento
ámame ya/
             no tardes
que cada día es un intento
que puede morir en cualquier momento.



Ana lópez      Julio 2011  (pero como si fuera hoy...)

jueves, 22 de noviembre de 2012

AMOR VEHEMENTE






Quiero ser:
el suspiro que me desnuda,
el beso que me deja muda…
Para
florecer en tu pasión,
y ser el renglón
donde escribes tu poema;
aguardando serena
                                                   que lo recites…

Y es que quiero:
brotar en tu rayo
retoñar en nuestro lago,
la araña
en la montaña,
luna,
en nuestra cuna.
Llamas,
del árbol, sus ramas;
cielo
el interior del hielo.

Todo parece extraño sin tus ojos,
ciego tras puertas con cerrojos…
Todo sabe absurdo sin tus labios:
solución que no encuentran los sabios,
los manantiales se secan
los cuervos se acercan…

Poder salvaje
cuando me tienes.
Elevamos el coraje.
Melodías concretas
en amor envueltas
¡Por favor yo quiero ser!
el manar de nuestras cascadas,
entrar en nuestras dimensiones
Ya no tres ni cuatro
                                          miles
convertirnos en atriles
donde dejamos nuestros versos,
escritos en besos.

Siente
-al búho noctámbulo-
la hormiga, lo minúsculo…
a lo más grande,
los Andes.
Nubes,
abedules
(Excitada,
Amada)
Lluvia,
la nutria
que nada bajo mis inquietudes…

Acaríciame:
el anochecer,
amanecer,
crepúsculo…
Siento
como disciernes y me haces tuya:
tú.
mío.
Explota el universo
con ese beso
y nacen nuevas estrellas,
¡las más bellas!
Nuevos mundos
donde nos hallamos
en silencio, mudos
de tanta voz que dejamos en los gemidos
                                                        ecos
sellados con los momentos aturdidos


Cúbreme después
de figuras
maduras.
Alrededor de mis brazos
piernas
eternas,
pechos
en los lechos.
Brazos
y nuestros retazos.
Y ahora abrázame y no me sueltes
nunca, nunca me liberes,
déjame como tu armonía
recorriendo con la melodía
todo tu ser.
Y yo quiero ser, quiero ser
inquieta,
repleta
y arder
como mujer.
Amante
y en mi semblante,
dibujar la sonrisa
que se llevará después la brisa
hasta los mares de los idólatras
del amor.

¡Qué mejor final, qué mejor muerte!
Y después renacer para quererte
                       (quiero
                                      de nuevo)

©Ana López 
Del libro "Rincones de Mujer"
     Junio 2011

jueves, 15 de noviembre de 2012

GARABATOS







Dices que es mamá.
Dices que eres tú a mi lado.
Dices que es papá,
en un lioso garabato.

¡Qué lindo tu dibujo!
Aunque esté en mi libreta de poesía,
eres mi pequeño brujo,
de tus encantamientos soñaría.

Y ante mi enojo, tu risa nace,
¡pillo! ya sabes el efecto que hace.

Soñaría con ese gigante
que dices que es ese círculo.
Tan bonito, tan importante
hasta el detalle más minúsculo.

Las líneas que se enredan…
Y tu dices que es un corazón simple,
y yo veo colores que me llevan
a tu arco iris por siempre.

Me has dibujado cabezona, calva y guiña,
pero en mi, dejas clavada la huella,
para verlo me tornas niña,
pero- te aseguro- 
nunca me he visto más bella.


©Ana lópez 
Del Libro "Rincones de Mujer"   
 Abril 2011

FLOR DE INVERNADERO






Ahora que me regalas tu risa,
¡tan linda! ¡tan preciosa! Sin prisa
la guardo grabada en mis sueños,
y la revivo siempre que puedo.

Me recuerdas aquel día,
que viniste de madrugada,
cuando mi regazo dolía;
cuando nadie te esperaba.

Cuando estaba en casa sola,
contigo en mis rincones.
Cuando creí que algo pasaba,
y aparecieron los temores.

Y antes de que rompiera el albor,
hendiste con fuerza tu refugio,
y mostraste tu rostro sin rubor.

Bello canto
tu llanto.

Mil besos te daría,
millones te habría dado…
pero te alejaron de mi lado
y pensé que allí moría.


Eras pequeño, menudo,
eras un niño prematuro…
Eras una luz para mi futuro,
eras una flor dulce y pequeña,
eras lo que toda madre sueña.

Nacía el universo entero,
me traías las estrellas,
para iluminar mi sendero;
con las flores más bellas.

Y como flor te pusieron,
en cajita de frágil cristal,
las inquietudes en mi nacieron:
pues dejabas de respirar.

¡Pero te aferraste a la vida!
que parecías, mi cielo,
de “El Principito” su rosa,
y de romperte tenía miedo.

Bello mito
tu grito.


“Te daría besos de flores”
- me dices, ahora tan dulce-
“Todas de lindos colores”
Y a mi tu voz me seduce.
Cariño mío,
acaricio tus futuros,
con mi deseo
de que no sean duros.

Pero en realidad iluminas tú mi sendero:
Mi amada flor de invernadero.


©Ana López 
Del libro "Rincones de Mujer"
    Noviembre 2006

martes, 13 de noviembre de 2012

CAFÉ CON IMPRESIONES






Me alcanza:
el sabor cercano de ese café,
se emulsiona con mi deseo de escribir,
y el desarrollo extraño de mis sentimientos.

Siento:
mi corazón cómo late urgente,
deseoso de declarar,
tantas formas…

Formas:
que tienen que ser anónimas,
porque yo lo decido así,
porque mi alma lo reclama así,

Puede:
que me convierta en un ser peregrino,
caminando por desiertos,
llenos de secretos,
con sueños inconcretos;
que cada noche me atacan.

Sin piedad:
los recuerdos me rodean,
me dejan apresada.
En una vida moribunda,
asesinaría el pasado,
con el cuchillo del ahora,
para dejar limpio el mañana.

El tiempo:
Sí, me obsesiona el tiempo,
tan rápido, tan lento,
siempre cruel…

Me acaricia:
la esencia de ese café;
lo tomaré despacio,
- ya estará frío
como mi hacer-
mas no como mi sentir,
que inunda todo mi espacio.

©Ana López
Del Libro "Rincones de Mujer"
     mayo 2011

sábado, 10 de noviembre de 2012

EL SILENCIO DE UN AMOR PROHIBIDO






Tú piensas…
Para qué sirve la vida si no puedo vivirla a tu lado
para qué me sirve la vista si apenas puedo mirarte
para qué el silencio si me duele estar callado
para qué el amor si me está prohibido amarte

Para qué el cielo si no puedo volarlo contigo
para qué sirve el deseo si me obligo a no desearte
para qué sirven los besos si besarte no consigo
para qué sirve el amor, si yo, yo no puedo amarte

Yo susurro…
¡Oh! para no morir porque tú estás
y si no ves no percibirás de mis ojos el calor
-cuando te mire sólo a ti-
Duele el silencio si no lo escuchas con amor
y el amor no nos dejará caer al vacío jamás.

El cielo volaremos sin alas, sabios
para dar servicio tu deseo a mi aliento
vuelan tus besos y se posan en mis labios
y la pasión nos salva, amor mío no miento.

Piénsame que yo te susurro
a la inolvidable noche yo recurro
y aquella en la que te sientas cohibido
escucha el silencio del amor prohibido

Todo sirve si no me olvidas /todo vale si me recuerdas.

©Ana lópez,
 enero 2012 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

SE ME ESTÁ MURIENDO LA SOMBRA




Se me está muriendo
la sombra aturdida,
tantos años sabiendo,
tantos nutrida, curtida
de fantasmas y miedos.

Ahora el sol caldeará
mi cuerpo frío, mis credos,
y mi libertad avivará
las aguas de mi río,
mis cielos, mis montañas;
a ellos les sonrío.

Y tendrás tú la culpa: poesía,
que me permites deshacer,
los nudos urdidos cada día,
las cadenas forjadas en mi ser.
Pues se me muere la sombra,
ya talo el árbol herido,
ya desgarro la sutil blonda,
que trabajé para mi destino.

Están agonizando los temores,
yo que los tenía tan cuidados,
mas no les llevaré flores,
cuando queden enterrados.
En sus hojas el tiempo se detiene,
y el verdor se torna ocre, lila…
y aún velo el aire que me retiene
de no avivar su huida,
con miedo, con tiento,
por si se hiende la última rama viva.

Se me muere la sombra, perece,
ya se cuela luz por la penumbra,
ya por fin, en mi vida amanece.




Ana López del libro "A Solas"